lunes, 11 de febrero de 2008

Alzheimer


He perdido mi nombre.
Lo habré guardado junto a mi yo,
en la cómoda,
en un cajón…
… ¿en el bolsillo?
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He debido perder
tu voz.
Puede que cuelgue
del oído. Mira a ver.
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No sé

ni cuándo
ni dónde...
... ¿Se habrán escondido?
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¿Soy?
Estoy.
Aún.
Todavía.
Maldita la gracia
de las horas muertas.
Pesa el tiempo.
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No sé
por qué.
Lo siento, no lo recuerdo.

1 comentario:

victor dijo...

Para entender este poema tienes que haberlo vivido o haberlo sentido alguna vez, y otra vez, y otra vez........triste pero todo real