Me uno a los miembros del Centro de Arte Moderno y a todos quienes expresen su profundo dolor por la muerte de quien fuera uno de sus principales colaboradores y amigos, el poeta y traductor Mario Merlino. Había nacido en Coronel Pringles, Buenos Aires, Argentina, en 1948, y desde hace más de tres décadas estaba radicado en España donde desarrolló una importante tarea, tanto como poeta como traductor, habiendo publicado varios libros y recibido por su labor el Premio Nacional de Traducción.
domingo, 30 de agosto de 2009
miércoles, 26 de agosto de 2009
Poema
a cuento de qué debo escribir
en este 2 y 6 del 2 y 9
si no ocupo más que la mitad del ovillo...
vivo en el desorden de unos pies,
- colgada desde las orejas-
sin husos ni hilos
y a estas alturas sólo mido 1 y 6.
a cuento de qué debo dar
allá donde voy, con o sin blues, canela y arroz con leche
si un "tenemos que hablar" siempre suena a despedida
si todos pertuban mis sueños de ser,
- y ruedo en los pasillos-
si la memoria de los nombres inolvidables me son prohibidos en la sobremesa
a cuento de qué más cuentos
si se tambalean los labios
y la adolescencia
si me debo dejar en cada una de las soledades que habitan los otros
y las palabras me huelen mal y rechinan
en este 2 y 6 del 2 y 9
si no ocupo más que la mitad del ovillo...
vivo en el desorden de unos pies,
- colgada desde las orejas-
sin husos ni hilos
y a estas alturas sólo mido 1 y 6.
a cuento de qué debo dar
allá donde voy, con o sin blues, canela y arroz con leche
si un "tenemos que hablar" siempre suena a despedida
si todos pertuban mis sueños de ser,
- y ruedo en los pasillos-
si la memoria de los nombres inolvidables me son prohibidos en la sobremesa
a cuento de qué más cuentos
si se tambalean los labios
y la adolescencia
si me debo dejar en cada una de las soledades que habitan los otros
y las palabras me huelen mal y rechinan
martes, 25 de agosto de 2009
Poema
en esta luz tenebrosa
esta oscuridad de estar
en hoy
con un quizás en el bolsillo del pantalón
-que más me aprieta-
en esta casi noche sin día
abarrotada de minutos secos
pero con las pantorrillas húmedas
sin ojos fijos
en esta lúgubre edad
espero la luz
del sol a solas
y escribo
para no ser transparente.
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