viernes, 1 de febrero de 2008

AIRE


Es larga
la distancia entre tus ojos y
mi mirada.
Corre el aire.
Tu nombre,
a un hilo de caerse
así como de mi mente.
El aire,
espeso.
Tendido en las cuerdas de tu voz
espera tu excusa
en silencio.
Pero,
irremediablemente,
NO.
Porque si la memoria
de mi tú no me falla
habitaste en lo que más pesaba de mí:
el dolor.
Así pues…
QUE CORRA EL AIRE.

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