domingo, 22 de marzo de 2009

Poema

Yo era mayo

y otoño

y turbulencias.

Cogía martillos con los dedos de los pies y me clavaba en todo lo que veía.

Yo era voz

y tacto

y película decodificada.

Ahora...

... no soy nada de bastante

ni demasiado.

Soy y punto.

Final.

5 comentarios:

Laura Gómez Recas dijo...

"... nada de bastante ni demasia". La justa medida, alcanzada con la ùnica escalera posible: la madurez.

¡Bien!

Te dejo un beso entre los versos.
Laura

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

En el fin de los tiempos eres y puntos suspensivos.
Un poema original. Un saludo

Leo Zelada dijo...

En soy y punto queda bien el poema. Me gusto. La palabra final es redundante.

Saludos.

La Habitacion invisible dijo...

esta bueno el poema,maduro como dice Laura.
saludos
E

Martín dijo...

A mí nada me parece redundante... La poesía es libre de críticas... Jajaja... Me gustó!