Rozas mi piel
y no hay en mi cuerpo
más sombra
que la del fuego.
Me arropo
en tus pupilas.
-No se atreven a encontrarme-.
Mi piel se escandaliza.
Ruido.
Mucho ruido.
Y música...
... pero mis oídos no alcazan más
que el código morse de tus párpados.
Mis entrañas inquietas.
Nuestras mentes palpitan.
Recordamos.
¡que nadie le de cuerda al reloj!
... y apaga esa radio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
son preciosos Jara
Siempre supe que llegarias a ser una gran escritora, enhorabuena!
Me siento orgullosa de haber compartido contigo una bonita etapa, aunque ya haga muchísimo tiempo de eso.
Sigue escribiendo, por que es una maravilla leerte
Un beso.
Patricia
Querida Patricia,
Muchas gracias por tus palabras... seguiré escribiendo para recibir mensajes como el tuyo... una pregunta: de qué etapa hablamos? Qué patricia eres? me dejas intrigada.... saludos, besos y abrazos.
Pues empezaron siendo solo clases en la universidad y acabaron en largas noches de mus, no se si te acordaras... David y Patricia
Me acuerdo. Perfectamente. Me alegra saber de ti. Espero que estés bien y te agradezco tus mensajes. Saludos a David de mi parte
Muchas gracias por compartir, por transportarnos a un momento que fue y sera por muy amargo que sea, cargado de sabiduria.
Te adoro
Lator
Lator... eres grande... muy grande. Yo sí que te adoro. Gracias a ti por leer-me.
Publicar un comentario