Una vida llena de relojes. Sin tiempo.
Días en las tardes donde, a veces, es un poco de noche.
Donde, a veces, todo parece un suicidio sin consumar
y le cuesta a uno sonsacarse.
Una vida que, de repente, late entre los dientes
y detiene el verso con la punta de los dedos de los pies.
Una vida que se viva.
miércoles, 12 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario