lunes, 29 de noviembre de 2010

Píldora Silberia I- nov 2010

En la oscuridad del bullicio
me refugio.
Me cubro de una capa eterna,
de farolas que no alumbran.
Y las letras,
las letras se me presentan fantasmagóricas en la frente.
No me asusto al leerlas.
No me asusto al leerme en ellas.

2 comentarios:

ybris dijo...

No hay razón para asustarse de lo dicho cuando lo dicho nos dice.
Es algo que sólo saben los que se refugian en la oscuridad del bullicio protegidos por farolas que no alumbran.

Besos.

diana moreno dijo...

buen poema.
saludos!