Ya sabes que mi boca nunca supo de vals de media noche
ni aniversarios.
Hoy estamos a las afueras.
Tus guiños tienen ganglios,
se te cae la vergüenza en el café.
Siempre has tenido mal pulso y los segundos no perdonan.
Por un tiempo, eché de menos los viajes de tren en los asientos de tus párpados
pero ya me ves, ahora,
vuelo sola; arranco las pupilas de los árboles que nos vieron torcer en el mal camino.
Ya no te oigo.
He aprendido de ti. Tampoco te escucho.
No hay tú... me he vuelto más visible, menos lejana
y la vida es posible, por lo visto.
lunes, 19 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
La vida cambia cuando los sentimientos desaparecen con las personas que se van con su tú.
Por lo visto sólo así podemos seguir viviendo.
Bien dicho,
Mejor escrito.
Perfectamente versificado.
Besos.
posible y difícil, pero ahí vamos
Gracias Ybris... saludos.
Abrazos Don Santiago.
Y gracias a los dos por leerme y escribirme.
Publicar un comentario