Espero que ésta sea la última vez.
Porque no sabes cuánto pesan mis pestañas.
Es como cuando nuestros pies
reptan como obligados por la orilla
- entre los dedos y hasta los tobillos-
con un buen puñado de arena mojada.
Mis pestañas, sí…
... como esos granos
adheridos a una piel desconocida
que viajan apresurados a otro destino
sin percatarse de que caerán
a menos de un kilómetro
o al desagüe de una habitación alquilada.
¿Acaso fue en una de ellas donde me fuiste infiel?
Lo siento.
No contestes.
Siento fatigado el ánimo
y olvido qué es lo que no quiero saber.
Mi mente se doblega al oír tu voz,
Mi mente se doblega al oír tu voz,
no recuerda la noche en la que tu piel abandonó mi olor por otro cuerpo…
... por un instante…
... ¿de placer?
Perdóname.
Perdóname.
No insistiré.
No te supe dar lo que encontraste fuera de mi boca
y ahora es ella la que se abre sola.
Pero es que no sabes lo duro que es
transplantar con sólo dos manos el ciprés del calendario.
Aún me daña el círculo en nuestro aniversario.
Aún me daña el círculo en nuestro aniversario.
Ese… ese rotulador rojo que usaste
tiene tanta tinta que su trazo me tuerce,
me encorva la vista.
Traspasa las páginas -de mi vida-
como si indicara un nuevo camino,
entre mis venas,
hasta tu rostro.
Por cierto… ¿dónde lo compraste?
Lo pregunto para dibujarme en las entrañas enredaderas
Por cierto… ¿dónde lo compraste?
Lo pregunto para dibujarme en las entrañas enredaderas
que trepen hasta mis ojos.
No quiero que parpadeen tan lento.
(…)
Sí.
(…)
Sí.
Debe ser el trabajo. De hecho voy a colgar.
No me llames más por favor.
¿Qué?
Que de nuevo has dejado de escucharme.
Déjame.
Déjame.
Déjame que descanse…
... está de mudanza mi corazón.
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Dedicado a mis compañeros del Taller Literario
Casa de Cultura Carmen Conde
2 comentarios:
Hola!
Ayer después de yo leer creo que me dijiste que me ibas a comprar un libro, pero entre una cosa y otra me parece que no nos acordamos y me marché del bar sin despedirme de ti.
Hasta mañana no me voy de Madrid. Todavía tengo encima cuatro ejemplares. Si quieres, te guardo uno.
Salud.
No sé si llegaste a recitar anoche, en todo caso me lo perdí. Estaba bien cansado y encima recité bastante mal...
Espero escucharte para la próxima.
Un saludo.
Gio.
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