sábado, 31 de enero de 2009

CON B

No.
He dicho que no.
Y deja de mirarme a los ojos que debo tener bajo el cuello.

Veo la vida verde.
¿Y qué? ¿me arrepiento?
No.
Mis padres echaron el mejor polvo de mi vida
y tú, procaz, ¿te acercas a mis versos
para alcanzar la sinalefa de mis medias?
Escucha: aunque escupa tu pluma,
mis piernas no estarán nunca
para guardarte la espalda.
Sí.
Es a ti.
Tú que sudas como Príapo cuando me doy incompleta,
decodifica la tele antes de venir a mí.

¿No hueles el prozac en la tinta
de mi súplica?

He dicho que no.
Que no busques mis tacones.
De usarlos contigo
servirían sólo para taladrarte la boca.

Mi mano ahora es la de Silberia.
Que no,
que no soy ella.
No está en ninguna de mis partituras.
Nunca será para ti.
Además, la que me alimenta
hace tiempo que masticó las setas de Alicia,
y el conejo está ocupado.

Si quieres,
vuélvete a tiempo y sumiso a mis poemas.
Puede que en ellos sí encuentres el orgasmo.
Y no te confundas.
No soy la puta de las putas estrofas que recita tu pene.
Soy Silberia.
Con B.
De Basta ya.

7 comentarios:

Laura Gómez Recas dijo...

Hay quien dice: "La poesía es un vómito y así se queda". Este poema es vómito en sí mismo, pero vómito elaborado. ¡Enhorabuena! Dan ganas de enarbolar el sujetador con un mástil. Este poema es una barrera, un no, un basta, una advertencia iracunda. ¿Hay quien no se ha enterado de que los ojos los tenemos en la cara, de que ya se masticaron las setas, de que los tacones tienen mil usos? Pues que tome nota el aludido porque nos gusta ser "mujer" y "poeta" que, por cierto, no son la misma cosa.

Ciudad Somnolienta dijo...

con lo de la poesia y la verdad y las mentiras, yo me referia, como diria Sabina--ese Joaquin-- que es mentira que mas de cien mentiras / no digan la verdad...


saludo


Txus

Giovanni-Collazos dijo...

No soy la puta de las putas estrofas que recita tu pene...

Con tu permiso, este verso es el que más me ha impactado y gustado... para mi dice muchas cosas y un poco sintetiza el poema.

Un saludo.

Gio.

Adolfo González dijo...

Al contrario que a Giovanni, a mí lo que menos me gusta es ese verso.

"No soy la puta de las putas estrofas que recita tu pene" me parece una construcción de lo más retorcida, aunque sin llegar a ser demoniaca. Para eso necesitarías ser un auténtico demonio, un demonio envencible.

El orgasmo de un poema-cae de cajón-no es un orgasmo en toda regla. César Vallejo y Ángel González algo interesante escribieron al respecto.

Pero me parece antinatural buscarlo en cualquiera de los dos casos. O se desenlaza siguiendo el curso de las cosas-roce de cuerpos o de palabras-o no hay orgasmo que merezca esfuerzo previo.

Por tanto, creo que no has acertado del todo en tu poema, sin por ello decir que te has confundido, cosa que también es probable.

Esto es una crítica constructiva.

Salud. Un abrazo.

Jara Silberia dijo...

Gracias a todos. Tengo en cuenta vuestros comentarios y críticas.
Un abrazo,

Francisco Cenamor dijo...

Jara, gracias por dejar en mi blog ese rostro tan bello. Por otro lado, jajaja, debes confirmar la suscripción a mi blog pinchando en el enlace que tendrás en un correo enviado por FeedBurner, si no te ha llegado mira en tu carpeta de spam.
Si nada de nada, prueba ya suscribirte de nuevo y esperar el dichoso correo, jajaja.
Un beso, espero que nos encontremos de nuevo.

Anónimo dijo...

ole, ole y ooooooooooooooole!!! Bien dicho, Silberia.., con B de Basta!!